miércoles, 15 de julio de 2015

VALORACIÓN POSTURAL


En este artículo voy a hablar de la importancia que tiene realizar una evaluación o valoración inicial de la postura, que tiene nuestro entrenado.
La postura que adopta en posición erecta va a ser fundamental para poder diagnosticar futuras alteraciones en el movimiento y que pueden ser el origen o causa de una lesión, dolor o ejecución fallida de los ejercicios. “La mayoría de las veces no se conoce con seguridad la causa que desencadena el dolor de espalda, pero se sabe qué factores como la realización de esfuerzos en posturas incorrectas y la falta de una musculatura suficientemente potente y equilibrada pueden ser factores que predispongan a este tipo de dolencia” (Forteza,Comellas y López de Viñaspre,2013)
Si no somos capaces de ver en un principio cuál es la postura que tiene nuestro cliente para poder corregirle, podemos caer en el mejor de los casos, en el  fracaso de nuestra planificación o, en el peor de los casos, la lesión o empeoramiento de la salud de nuestro entrenado.
Lo ideal sería observarlo en diferentes planos y en distintas posiciones (de pie, sentado, tumbado), aunque puede ser suficiente con observarle en los distintos planos en bipedestación, para poder diagnosticar cualquier anomalía en su postura.
Y podemos empezar de arriba abajo, dando especial importancia a observar con detenimiento los puntos que considero más importantes como son la columna vertebral, la cintura escapular y la cintura pélvica. Sin olvidarnos de las rodillas y pies, también importantes en la detección de posibles alteraciones del movimiento.
Como todos sabemos, la columna “dispone tres curvaturas esenciales móviles y opuestas entre sí: dos de convexidad anterior como son la lordosis cervical y lumbar, y otra con una convexidad posterior denominada cifosis dorsal” (López Miñarro, 2008).
Debemos fijarnos si estas curvas están dentro de los parámetros normales o si por el contrario alguna de estas curvas es más exagerada de lo normal. También debemos atender a las desviaciones laterales de la columna (escoliosis), aunque “si la desviación es menor de 60 grados se puede considerar una variante de la normalidad”(Forteza,Comellas y López Viñaspre,2013)
Una vez analizada la postura de la espalda, ya tenemos muchos datos para poder  realizar nuestro programa de entrenamiento, aunque también debemos ser conscientes de, cómo dice (Sahrmann,2006):”es difícil desarrollar programas de ejercicios que proporcionen estabilidad a la columna, eviten los movimientos compensatorios y mejoren la fuerza y el control de la musculatura del tronco sin generar fuerzas indeseables de compresión o de cizallamiento o sin contribuir a la mala alineación de la columna”.
Después de valorar la columna vertebral seguiremos con la cintura escapular; Debemos observar por ejemplo, si los hombros se encuentran elevados, están descendidos o si hay diferencia de altura entre uno y otro; La escápula también nos va a decir mucho de su postura, si éstas se encuentran rotadas, muy cerca de la línea media del tórax o por el contrario muy separadas… “A menudo, la valoración de la alineación de la cintura escapular en reposo pone de manifiesto la presencia  de alteraciones musculares, que pueden estar asociadas a alteraciones del movimiento” (Sahrmann,2006).
Posteriormente podemos terminar con la valoración de la cintura pélvica. Observaremos con detenimiento  la alineación de la pelvis, que ( según Kendall,1993): “ se presenta cuando la espina ilíaca antero superior se encuentra en el mismo plano vertical que la sínfisis púbica”.
Pasaremos a ver la alineación de la cadera, si se encuentra en flexión o en extensión cuando estamos en postura erecta, o  si hay una asimetría lateral de la articulación de la cadera, que como dice Sahrmann, 2006:”es un defecto ortostático bastante frecuente”.
En un principio podría ser suficiente esta valoración, pero si la queremos completar al máximo, que sería lo ideal, tendremos que valorar las rodillas, si presentan hiperextensión o si es más acentuado la posición de genu valgo o genu varum.
Y para rematar, analizaremos el muchas veces olvidado pie, que a pesar de que, como dijo Leonardo da Vinci es, “una obra de arte, una maravilla de la ingeniería”, no le damos la más mínima importancia. Y debemos observar si hay pronación o por el contrario supinación; aunque la mayoría de las veces la causa de esta pronación o supinación sea alteraciones de las rodillas o de la cintura pélvica.
Así que, una vez valorada la postura de nuestro entrenado y según sus objetivos podemos empezar a programar teniendo en cuenta que todos los ejercicios que vamos a emplear tengan un nivel de beneficio muy alto y el nivel de riesgo, aunque no pueda ser totalmente nulo, sea lo más reducido posible.
Esta sería una valoración básica de la postura, en la que fijaremos la atención en los puntos antes comentados  y no nos llevará mucho tiempo, y sin embargo las pistas y datos que nos va a proporcionar de nuestro entrenado son numerosas. Luego, ésta valoración se puede extender todo lo que queramos, si deseamos  ser más exhaustivos, pero creo que los puntos que he facilitado pueden ser suficientes para comenzar a realizar un buen programa.

Una vez dado el primer paso de valorar la posición de nuestro cliente (terminada ya la valoración médica,….) ya podemos pasar a realizar las siguientes valoraciones en cuanto a movilidad, fuerza, resistencia….y una vez así comenzar a planificar su futuro entrenamiento.