Entre todas las ventajas de hacer ejercicio físico, y particularmente, ejercicio aeróbico, se encuentra la reducción de la presión arterial. Así que ya tenéis otro argumento para seguir entrenando.
"El entrenamiento aeróbico regular reduce la presión sistólica y diastólica durante el reposo y la actividad física por debajo del máximo. La reducción más grande se tiene en la presión sistólica, en particular en los individuos hipertensos" (Mcardle,Katch,Katch. 2015)